O encontro de Don Manolo
com Cervantes (na morte do meu sogro)
Don Manolo, hombre de pocas palabras y
plácido sonriso
Amante de las motos
Profundo conocedor de los vehículos y mucho
más
De las gentes
Saudoso de su Galicia y toda su España
En sueño profundo se fue al encuentro de Cervantes
Para decirle, Miguel, los molinos de vientos
se quedan
Como Don Quijote los encontró
Las gentes permanecen olvidadas de las
palabras y mucho más
De los silencios.
Cervantes acarició sus propias barbas y bigotes
Salió a caminar como se fuera un loco
Miró Don Manolo profundamente dentro de sus
ojos
Suspiró y finalmente respondió al recen
llegado.
Manuel, dejemos las personas con sus molinos
de viento
Vamos nosotros al encuentro del propio
viento.
Al comando de Cervantes
Los dos inspiraran y después soplaran todo el
galáctico viento.
Fue cuando las gentes si sorprendieron con la
lluvia
De meteoritos.
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